diumenge, 27 d’octubre del 2013

Moderneces

Esta semana hemos escuchado a Mariano Rajoy decir eso de que “lo moderno es la unión, no la disgregación y el aislamiento”, en referencia al independentismo en Cataluña. Y claro, cuando uno ve a Rajoy dando lecciones a la gente de lo que es “lo moderno”, uno piensa OH SEÑOR, gracias por enviarnos al Shaman de lo cool, Conde del Funk, el Duque de la modernidad, el Ayatolá del Rock and Roll, para enseñarnos qué es moderno y qué no lo es. (estos calificativos irónicos fueron creados por el gran Ángel Calleja en su cuenta de Twitter)

Al señor Rajoy, en lugar de hacerse el enrollado, quizá debería dejarse de vendettas absurdas y chiquilladas de “yo no te dejo hablar pq no quisiste estar con nuestra vicepresidenta”. Ni Mas ni Rajoy han demostrado tener el más mínimo nivel para representar a los catalanes ni a los españoles, porque, entre otras cosas, su obligación como representantes públicos es ENTENDERSE. Sí, ya se que suena raro leerlo y más aún escucharlo en voz alta, pero los políticos, están OBLIGADOS, por el bien de la sociedad, a ENTENDERSE. No hace falta llevarse bien, no hace falta invitar a las familias a cenar y que sus niños jueguen juntos en el parque, pero sí es imprescindible entenderse institucionalmente. Si lo que realmente se quiere es destensar la situación sobre la independencia, lo normal no es enviar a la vicepresidenta a un acto al que deberías tú como Presidente del Gobierno, ni como President de Cataluña enviar a un conseller como respuesta a eso, ni mucho menos no dejar hablar a Artur Mas en un acto que se celebra en Barcelona. Esto NO ES ENTENDERSE. Esto es ser un par de inútiles, con una nula capacidad de diálogo. 

La situación en Cataluña está ya suficientemente exaltada como para andarse con chiquilladas y vendettas y aunque es cierto que uno es mucho más inútil que el otro y que 30 años de diálogo y buenas formas no han acabado sirviendo para nada en cuanto a este tema, hay situaciones como la de esta semana en el Foro Mediterráneo que no ayudan a apaciguar los ánimos. Nuestros políticos son suficientemente mayorcitos como para comprender que lo que han conseguido esta semana ha sido simple y llanamente hacer el ridículo y los ciudadanos les exigimos que estén a la altura de los cargos que representan. O por lo menos, cerca.

diumenge, 20 d’octubre del 2013

El Rey y la Sopa de Ajo

En mi mente he guardado siempre una historia, que no recuerdo de donde salió, en la que un rey se encontraba con un ermitaño. Siempre he creído que tiene muchas más interpretaciones de las que originalmente se le han dado, muchas más que la reflexión con la que concluyo este artículo, porque en definitiva es un relato que te hace pensar y cuando uno piensa, su único límite es el infinito. Esta es la historia, que conté en una editorial de La Plaza en Llamas

"Hace unos 1.000 años, en la Edad Media, un rey que cabalgaba por el bosque se perdió y vagó por entre los árboles durante casi tres días. Exhausto, hambriento y casi moribundo, llegó hasta la cabaña de un ermitaño, que le atendió y le curó y le preparó una sencilla sopa de ajo para que se recuperase. 

El monarca al probar el plato de sopa se sintió maravillado y afirmó “Oh Dios mío, esto es sin duda el mejor manjar de la historia, el más delicioso que he probado”. Al día siguiente, ya sano y recuperado, el rey se despidió del ermitaño con suma gratitud y regresó a su castillo. Al llegar allí, lo primero que hizo fue pedir a sus cocineros reales que le preparasen una sopa de ajo, como la del ermitaño. Pero después de probarla, le pareció repugnante. Tras ello, hizo que los mejores cocineros de todo el reino preparasen para él una sopa de ajo, pero ninguna sabía tan bien como la que preparado el eremita en su cabaña. Harto de tanta incompetencia, hizo cortar la cabeza a los cocineros y ordenó que sus soldados buscaran al ermitaño y lo trajeran al castillo. Tras semanas de búsqueda, lo encontraron y lo llevaron ante el rey, para cocinar su ya célebre manjar. 

¡Ah! pero la sorpresa llegó cuando el monarca probó la sopa… y tampoco le gustó. El rey, que no entendía nada, se preguntó “¿Por qué?¿Por qué no me gusta tampoco tu sopa, ermitaño?” y el anciano le respondió que lo importante no era la sopa, porque tras tres días de hambre y cansancio, cualquier manjar que hubiese comido, le hubiese parecido delicioso". 

¿Os ha gustado esta historia? Pues esto es lo que están haciendo laboralmente con nosotros. Matarnos de hambre para que cualquier sueldo de mierda que nos ofrezcan, nos parezca el mejor de la Historia. 

diumenge, 13 d’octubre del 2013

Aluminosis democrática

En este paréntesis de acontecimientos que han ocurrido entre mi último artículo publicado y el día de hoy, he tenido tiempo de reflexionar sobre la visibilidad que el fascismo está tomando en los últimos tiempos. Aunque la Policía persigue a las bandas delincuentes y de vez en cuando vemos cómo se desarticula una red, no es por el hecho de su ideología sino simplemente por el hecho de que son criminales que cometen delitos. En España, por extraño que parezca fuera de nuestras fronteras, no es un delito enaltecer el fascismo. La impunidad con la que campan los fascistas en nuestro país sigue siendo una de las lacras (una más) de este país. Sólo que hay que visitar algunos municipios madrileños como Alpedrete, en la sierra norte, o Quijorna, en la cuenca del Guadarrama, para darse cuenta de ello. En televisión se han emitido ya varios reportajes sobre el fascismo en los últimos meses, como este de Equipo de Investigación

Pero estos dos pequeños ejemplos de la meseta son sólo la punta del iceberg. En toda España existen grupos cuya única misión es reivindicar el fascismo, el franquismo y otros -ismos similares y con una gran variedad de nombres distintos. Antonio Maestre los reunía a todos en su artículo "La mayoría silenciosa, el PP y el franquismo sociológico", publicado en La Marea. Los acontecimientos en la Biblioteca Blanquerna de Madrid el pasado 11 de septiembre, Diada Catalana, en los que un grupo de fascistas interrumpió un acto de celebración dejaron muy claro que estos grupos siguen muy presentes en nuestra sociedad. 

De hecho, desde el ascenso imparable del independentismo en Cataluña, hemos comprobado cómo no sólo ha aumentado el fascismo, sino que sigue muy viva la permisividad al mismo, cuando se trata de mantener unida a España. Ayer, 12 de Octubre, día de la Hispanidad, los grupos fascistas, aunque relativamente minoritarios, camparon a sus anchas en las distintas manifestaciones en Barcelona, Madrid y otras ciudades, sin ser denunciados ni señalados por los grandes medios de comunicación, como podemos ver en esta noticia de CadenaSER.com, en la que no son mencionados en ningún momento, a pesar de que claramente estuvieron presentes con sus banderas fascistas y sus brazos en alto. El periodista Xavier Rius ha publicado este artículo sobre la presencia de siete de los asaltantes en la Biblioteca Blanquerna en Barcelona ayer en el 12O (aquí podéis leer el artículo original en catalán, mucho más completo y con muchas fotografías y vídeos que prueban sus afirmaciones).

De hecho, provoca un gran pasmo la facilidad con la que podemos encontrar online páginas y páginas de contenido racista, fascista y antidemocrático, a pesar de que estas organizaciones se han "modernizado" y ya no son tan explícitas como lo eran antes. Sus organizaciones, por temor a ser ilegalizadas por la Ley de Partidos, han adaptado sus estatutos para parecer organizaciones benéficas, caritativas, a pesar de ser simples organizaciones dedicadas a fomentar el odio al diferente. Pero ¿cual es la reacción de los partidos políticos ante dichos actos? A excepción de Izquierda Unida, Esquerra Republicana, Equo y otros partidos pequeños de izquierda, la mayoría opta por la minimización o la permisividad cómplice de PSOE y PP respectivamente. 

Desde el asalto a la Biblioteca Blanquerna, han aumentado
los afiliados a los partidos ultraderechistas. 

Está claro que en Partido Popular no van a perseguir a un grupo de potenciales votantes, pero financiar a la Fundación Francisco Franco es sin duda un crimen contra los millones de víctimas que sufrieron antes y durante los 40 años de Franquismo en este país. El PSOE por su parte, sigue con su tradicional juego de malabares, sin denunciar a los miembros de su partido o de otros que han usado durante décadas  la catalanofobia por fines electorales, no sea que les llamen Anti-Españoles. Un ejemplo claro, la recién nombrada Susana Díez, quien ha aprendido que nombrar a Cataluña y criticar lo que allí ocurre produce siempre buenos resultados para su electorado más tradicional. UPyD, por su parte, sigue como siempre permisiva ante los fascismos que alimentan, igual que al PP, parte de su electorado, aunque sea en pequeñas proporciones. 

Permitir y minimizar el enaltecimiento del Franquismo y las distintas formas de fascismo, así como permitir la existencia de partidos ultraderechistas, no es más que echarse piedras contra tu propio tejado constitucional, una aluminosis que lentamente quiebra y resquebraja los cimientos de una democracia, que por desgracia nació ya con defectos de construcción en este país.